Mucho por hacer y solo 12 meses para hacerlo




¡Bien! Y aquí vamos otra vez. No voy a negar que estoy bastante contenta por todo. Empiezo otro año en paz y tranquilidad, de vez en cuando con algun ataque de tristeza o ansiedad debido a las hormonas o a alguna especie de SPM repentino, sin embargo por lo demás estoy bastante bien.

Mi primer recuerdo de este año es tan sencillo como hermoso. A la 1 de la mañana, mis vecinos dejaron volar un bonito globo de cantoya. En medio de la penumbra se veía un lindo puntito brillante. Solitario. Pero aun asi la imagen era muy bella. Por alguna razón la palabra esperanza se me vino a la mente. En fin, no nos pongamos tan sentimentales tan temprano.

Sin hacer mucho énfasis en lo ocurrido en los últimos 12 meses, puedo decir que fue uno de los años mas geniales que he tenido. Dejé un trabajo que detestaba, olvidé cosas que me lastimaban, salí del país por primera vez y tuve 30 días de locura. Conseguí un trabajo que aunque no es el mejor pagado, es lo mas cercano -por ahora- a lo que deseo dedicarme el resto de mi vida. Conocí personas maravillosas, y mas importante, aprendí a ayudar a personas maravillosas. Descubrí que estoy acompañada por un hombre increíble y por amigos geniales. Y bueno...así sigue...Todo esto crea mucha expectativa para este año, pues por lógica tiendo a querer superarlo todo y como Barney Stinson, me gustaría que todo fuera legendario siempre. Hace un par de años, aprendí curiosamente lo que Barney aprendió aquella vez: que si todo es legendario siempre, en algun momento, nada es legendario.

Así que uno de los propósitos principales de este año es sencillamente dejar de esperar lo legendario, sino dejar que suceda en el momento que deba suceder. Eso te quita peso de encima, de cierta forma. Y claro, al mismo tiempo, dejar de esperar eso tambien convierte mis intenciones para este año (año del perro, por cierto, yaaay) en una palabrita:Crecer.

Y estoy trabajando en eso como no tienen idea.
Este año creceré, de una u otra forma.

Claro que es bastante pronto para andar contando lo que ha ocurrido en estos últimos ocho días. Todavía tengo que organizarme y hacer y hacer cosas. Pero como dije, trataré de tomarlo todo con calma mientras me sea posible.

Estoy bien.
Estoy feliz.  

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